Desde el lunes que en mi entorno no escucho hablar de otra cosa que de esto. Cosa que era de esperar cuando se trabaja para un lugar que está siendo noticia en todo el mundo.

En la oficina se vió de todo, gente que habla sin tener idea de lo que dice, algunas personas (no muchas) que hablan con fundamento porque están informadas, y por supuesto no podía faltar el humor negro ante un problema de tal magnitud ni por otra parte los ataques de ansiedad, miedos, especulaciones a futuro y los rumores de pasillos.

Lo que tenga que pasar, pasará y llegado el momento se verá como seguir. Por ahora hay que cuidar el puesto de trabajo y poner actitud positiva.


Lo gracioso de esta situación un tanto extraña es recibir mensajes de texto tales como:



- ¿che Titi, ahora trabajás para Bush?


- ¿Qué se siente ser empleado del Estado?


- No te podés quejar, Bush hizo una bien.



Son 3 de los tantos mensajes de texto, mails y comentarios que recibí y escuché desde ayer a hoy.


Me magino que se dan una idea dónde trabajo, no?

La seguimos remando...